Cambios en el mundo arabe

Políticos y diplomáticos alrededor del globo, nunca esperaron que sus horizontes en el mundo árabe cambiarían de forma tan radical a partir de los sucesos de Túnez. La extensión de las protestas, en particular entre los jóvenes, ha sido de tal velocidad que la pregunta de hoy no es sobre Egipto y el Presidente Mubarak, si no quien será el próximo.

Por eso conviene revisar algunos de los hechos de las últimas semanas. El punto de partida de esta llamada “revolución árabe pacifica” está marcado por el suicidio del joven tunecino de 26 años Mohamed Boauazzi, que se incendió a lo bonzo como protesta, ya que como estudiante universitario no conseguía mejorar su nivel de vida. Los hechos que se iniciaron con su muerte el 4 de enero, terminaron con el gobierno de Ben Ali, que estaba en el poder desde 1987.

Luego comenzaron protestas en Argelia, a partir del 28 de enero con inmolaciones como las de Bouazzi; entre el 13 y el 16 en Libia; el 14 al 21 en Jordania, el 17 se dieron manifestaciones en Omán y Mauritania; el 18 en Yemen, el 21 en Arabia Saudita, con una inmolación en la ciudad de Samtah; el 26 comenzaron las protestas populares en Egipto, el 28 en Siria y el 30 de enero en Marruecos.

Esta sucesión de protestas nunca se habían producido en el mundo árabe y todos buscan ahora apropiarse de su simbolismo. El ex presidente Jatami en Irán declaraba que era el inicio de una revolución de inspiración teocrática islamista como la de su propio país. Europa y Estados Unidos con apoyos públicos y privados intentan simbolizar el cambio a una democracia occidental representativa. Israel, por el contrario apoya el status quo que representa el Gobierno de Egipto.

Pero este simbolismo de occidente y oriente, queda a un lado frente al problema de la estabilidad en la región. Para la administración Obama este es el principal problema de política exterior desde su inicio; los europeos quieren una transición en todos los órdenes, pero no parecen estar dispuestos a pagar por la estabilidad que requieren. Los judíos defienden sus acuerdos.

De los anuncios de todos los lideres involucrados: los que ya han renunciado, los que se preparan para hacerlo, los que han cambiado el gabinete o re-orientado sus políticas saben que un cambio ocurrió. La globalización de internet, facebook, celulares está colocando a jóvenes y estudiantes al frente de una lucha por la democracia occidental y representativa.

Esas son las luchas que representan el paradigma de este siglo XXI. Como en el siglo XX en Venezuela, el General Juan Vicente Gomez entendió que la generación del 28 representaba el fin del paradigma del siglo XIX que él encarnaba. En el siglo XXI, estos gobiernos que pretenden permanecer por generaciones deberían entender que son una imagen del pasado y que todas las sociedades civiles y estudiantes en el mundo, ya lo tienen claro.

Articulo publicado en el diario Tal Cual de Caracas, el día 4 de Febrero de 2011

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