Como luchar en democracia


La democracia tiene como gran problema que debe luchar contra sus enemigos, sin abandonar los postulados de respeto y equilibrio que la caracterizan. De esta forma, los demócratas usualmente se encuentran atrapados en luchas desiguales, respetando unas normas que sus enemigos ignoran.

Este principio general de la ciencia política, aplicado a las relaciones internacionales, ha establecido por ejemplo, que dos democracias nunca van a la guerra. De allí pueden derivarse muchas discusiones.

Hoy este principio está sacudiendo las bases de la comunidad internacional con los movimientos pro reformas democráticas en el mundo árabe. ¿Cómo enfrentar la defensa de los gobiernos en contra de protestas legítimas?

La defensa de los ciudadanos que protestan está amparada por un conjunto de tratados y normas de derecho internacional, que se activaron hace mucho tiempo en este caso específico. Una de las primeras medidas fue, por ejemplo, la suspensión de Libia del Consejo de Derechos Humanos, instancia para la cual había sido electa por el mayoritario apoyo de los países africanos, hace poco tiempo. Estas exhortaciones de la Comunidad Internacional para el cumplimiento de los acuerdos para la protección de los derechos humanos se han sucedido unas tras otras: primero Túnez, Egipto, Yemen, Libia, Qatar, Siria, con distintos niveles de efectividad.

Esta aproximación legal y política pasó luego a manos del Consejo de Seguridad que adoptó por consenso la doctrina de la “Responsabilidad de Proteger”, con el apoyo general de muchos activistas en el mundo, la incredulidad y critica de muchos líderes de izquierda en el mundo. Pero la pregunta inicial de esta columna vuelve: ¿Cómo luchar contra Gadafi?

Esta duda vuelve a la primera página en el caso de Siria. El tema está en el centro del debate en el Consejo de Seguridad de la ONU y fue paralizado por Rusia, China y Líbano. En declaraciones del Embajador Ruso, “la situación de Siria no representa una amenaza para la paz internacional”. Sin embargo, el Gobierno Sirio califica las protestas como “insurrección armada”. Pero, los muertos como resultados de las manifestaciones se cuentan por cientos, mientras los países menos democráticos no quieren profundizar las reformas en la comunidad internacional.

Sin embargo, en Yemen las cosas parecen enrumbarse en un camino más democrático con la intervención de los países de la región y la inminente firma de un acuerdo que podría poner fin al gobierno de ese país. Aunque siguen muchas protestas en ese país.

Al final de todo esto: ¿cual democracia defiende China en el Consejo de Seguridad?, ¿Será la misma que defiende Colombia, Brasil o Portugal? ¿A quién representan esos embajadores? ¿A sus países, a sus gobiernos, a sus intereses o a la paz, la seguridad internacional o los derechos humanos? Muchas preguntas, difíciles respuestas.

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