Un revés en la lucha contra el terrorismo


El 21 de diciembre de 1988, un 747 de Pan Am, en un vuelo Frankfurt – Nueva York, estalló sobre la población de Lockerbie, en Escocia. Murieron todos los ocupantes del avión y 11 pobladores. 270 personas en total.
L a comunidad internacional reaccionó de forma contundente y las investigaciones condujeron a Libia, en particular al propio Mohamed Gadafi y a dos personas directamente involucradas. El Gobierno libio se negó a entregarlos y la ONU decidió sancionar a ese país. El Consejo de Seguridad aplicó sanciones de todo tipo, desde económicas hasta bombardeos selectivos en Trípoli. Luego de nueve años de presión, el Gobierno libio aceptó su responsabilidad en el ataque, indemnizó a los familiares de las víctimas y entregó a los dos sospechosos a la justicia internacional.
En un movimiento jurídico espectacular, se designó un tribunal holandés neutral, que con leyes de Escocia pudiera juzgar a los dos sospechosos de forma imparcial. Finalmente, y luego de un vigilado juicio, uno de los detenidos fue condenado a cadena perpetua y el otro liberado por falta de pruebas.
El único condenado a cadena perpetua, Abdelbaset Ali al-Megrahi, fue liberado hace un par de días por el Secretario de Justicia de Escocia, quien alegó razones humanitarias; el condenado padecía de un cáncer de próstata. Hay que recordar que el Gobierno de Escocia es autónomo frente al Gobierno del Reino Unido. Sobre el tema, el secretario escocés MacAskill, dijo acerca del único condenado: “No mostró ninguna compasión hacia las víctimas (...) pero eso no es un motivo para que le neguemos compasión a él y su familia en sus últimos días de vida".
El condenado por la muerte de 270 personas inocentes, fue liberado antes de cumplir 7 años de cárcel. La sentencia lo condenaba a cadena perpetua y al menos 27 años en prisión. Pero fue liberado. Regreso a Trípoli y fue recibido como un héroe en las calles. El ex embajador libio en Londres, Ahmed Zwei, declaró a AFP: “Consideramos a Megrahi como un luchador que se sacrificó por su país y merece nuestro respeto”.
La operación internacional para perseguir el terrorismo, en este caso tuvo éxito. Pero la decisión del Secretario Escocés significa un gran retroceso para el derecho internacional, la lucha contra el terrorismo y la dignidad humana, en particular de las 270 personas que murieron sin ninguna causa o justificación.
Decisiones como está representan un duro golpe al derecho internacional y la lucha contra la impunidad. Pero, como dicen, de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno.

Comentarios

Ines ha dicho que…
Excelente articulo.........
Valentina Guzmán Ramos ha dicho que…
En estos días escuché en CNN que el Presidente de Libia, Omar Gadafi visitará NY para la Asamblea General de la ONU. No se hospedará en ningún hotel sino en una residencia propiedad de la Embajada de ese país... los vecinos andan indignados porque no quieren darle la bienvenida a tan repugnante visita. Dentro de la comunidad donde se encuentra la propiedad, habitan familiares de las víctimas del atentado de Lockerbie... increíble, no?
Saludos Juan Carlos, buen artículo.