Las misiones de observación electoral se
han convertido en un elemento clave de la democracia. No existe una elección que no cuente con una misión
confiable e independiente. Estas respuestas se han desarrollado en dos variables:
una política y otra técnica.
En el área política, los gobiernos de
cualquier naturaleza u orientación política, invitan a sus colegas, otros
políticos y representantes de los tribunales electorales, con unos días de
anticipación y pueden asistir a las elecciones, circular y emitir un reporte
del acto electoral.
En el área técnica, los organismos
internacionales: ONU, OEA, Unión Europea entre otras han desarrollado misiones
de observación electoral, que llegan a los países con varios meses de
anticipación, analizan toda la campaña
electoral, la normativa, los procedimientos y se despliegan a todo lo largo y
ancho de los país, monitorean la elección, presencian el conteo y hasta
presencian la celebración. Luego producen un reporte ampliamente detallado.
Estos reportes de observación electoral,
son los que la comunidad internacional toman con seriedad, ya que quienes lo
producen, son expertos, técnicos con muchos años de experiencia. En nuestro continente, este mecanismo esta en
manos de la OEA. Veamos con más detalle,
en las elecciones donde fue electo Hugo Chávez Frías por primera en 1998, una
misión de mas de 80 técnicos, que monitoreó con mucha anticipación, dictaminó
lo siguiente: “el acto electoral del 6 de
diciembre de 1998 fue limpio, libre y transparente”. La OEA siguió
recibiendo invitaciones para monitorear los sucesivos procesos que se han
realizado en Venezuela, mientras el sistema se modificaba de forma radical. En
el año 2006, la OEA participó como observador electoral en las elecciones
presidenciales y entregó un informe donde decía que las elecciones habían sido
limpias, pero entregaba una larga lista de temas que generaban preocupación:
falta de equilibrio de la financiación de los partidos, uso de capta huellas,
supervisión de la tecnología electoral entre otros muchos temas. Esa fue la última vez que la OEA participó como
observador electoral en Venezuela. Otros organizaciones internacionales, como
la Unión Europea hicieron observaciones mas fuertes, como la falta de
verificación de los sistemas electrónicos o la financiación del partido de
gobierno.
La respuesta del Gobierno Bolivariano fue
prohibir la observación electoral y crear un nuevo concepto: el acompañamiento
electoral, que básicamente es la observación política que describíamos al
inicio del artículo.
Casi 9 años han pasado y las últimas
elecciones presidenciales la presión internacional por una observación
electoral se han ido incrementando, en este caso el nuevo Secretario General de
la OEA envió una carta, que en términos diplomáticos dejó sin piso a las
próximas elecciones parlamentarias. Sin embargo, el CNE no ha cedido y UNASUR
ha tenido grandes dificultades para aceptar que personas reconocidas como
independientes y técnicos puedan integrar la misión de “acompañamiento”. Al final, el resultado de las elecciones no
tendrá la transparencia que unos y otros desean, para deterioro de todo el
sistema parlamentario que saldrá de estas elecciones.
Publicado en el Venezolano CR. Noviembre 2015
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