Esta semana se celebro la 45º Asamblea
General de la OEA, la primera que le corresponde dirigir al nuevo Secretario
General Luis Almagro. La agenda amplia y
diversa, demasiado similar al juego de la OCA que el ex Secretario de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, describiera en un articulo para el
País de Madrid.
No quiero usar este breve espacio para
referirme a la Agenda del Secretario Almagro, que parece incluir muchas cosas y
aún no se siente el foco principal de su gestión, que había anunciado como el
esfuerzo de que la OEA sirviera de articulador de las diversas organizaciones
regionales. Tiene pruebas muy claras en el corto plazo, como las situaciones en
Guatemala, Honduras y Venezuela para adelantar sobre su liderazgo. Nos tocará
esperar.
Me quiero referir específicamente a la
elección de las autoridades para el Sistema Interamericano de Protección de los
Derechos Humanos, tanto la Comisión Interamericana pero especialmente la Corte
Interamericana.
De manera inexorable, el proceso de
aislamiento que inició la revolución bolivariana con el fallecido Presidente
Hugo Chávez, sigue avanzando. Como
resultado de la denuncia de la Convención Americana, nuestro país rechazo al
derecho a proponer candidatos y votar por los que podrían ser los nuevos
magistrados de la Corte. Esto como el
corolario de la renuncia a la jurisdicción contenciosa. La senda que marcaron Pedro Nikken, Orlando
Tovar o Alirio Abreu Burelli como los
jueces venezolanos, se interrumpió.
En esta ocasión, 22 países del continente
eligieron a tres nuevos magistrados y reeligieron al juez chileno Eduardo Vio
Grossi. Los nuevos magistrados electos fueron el argentino Eugenio Zaffaroni,
el ecuatoriano Patricio Pazmiño y la costarricense Elizabeth Odio Benito. A esta última quisiera dedicarle una especial
atención.
El Dra. Elizabeth Odio es una reconocida
luchadora de los derechos humanos, de los derechos de las victimas y en
especial de los temas de genero. Su carrera en el área es extensa, ex Relatora
del Comité de Derechos Humanos para la discriminación religiosa y por razones
de credto, Ex Jueza y Vicepresidenta de
la Corte para la Antigua Yugoslavia, ex Jueza y Vicepresidenta de la Corte
Penal Internacional son dos de sus más altas distinciones. Su decisión de presentarse para la Corte
Interamericana, no es una decisión común en el mundo jurídico
internacional. Una magistrada que ha
servido como Jueza en los más altos tribunales universales, normalmente no se
presentaría para servir en una corte regional, como la interamericana. Sin embargo, en la Corte Interamericana no
había mujeres como juezas y esa fue quizás una de sus principales motivaciones;
brincar una nueva perspectiva de genero, como en el pasado Cecilia Medina o
Margarethe May Macauly lo hicieron. En
cualquier caso, la presencia de la Juez Elizabeth Odio marcará la aproximación
de la Corte de San José, en la forma y en el fondo. De eso no hay duda.
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