El proceso de paz en Colombia, tiene ya
dos largos años de conversaciones. Unas
conversaciones de paz muy peculiares, porque se establecieron sobre un consenso
político, que no incluyó el cese al fuego.
La agenda de negociaciones se estableció
sobre la base de seis temas de negociación: 1. Política de Desarrollo Agrario,
2. Participación Política, 3, Fin del Conflicto, 4. Solución al problema de las
drogas ilícitas, 5. Victimas y 6. Mecanismos de Refrendación de los Acuerdos
Alcanzados.
Hasta el momento se han alcanzado
acuerdos en los puntos 1, 2 y 4, y se han conseguido acuerdos parciales, en los
temas referidos al fin del conflicto, victimas y forma de consultar con la
sociedad los acuerdos alcanzados.
Esta semana, sin embargo, como
consecuencia del secuestro de dos policías y un general y su grupo en acciones
de combate, el Gobierno del Presidente
Santos, decidió no enviar a sus negociadores a la Habana, hasta que liberen a
los soldados secuestrados. Importante reiterar que no hay prisioneros de guerra
en un conflicto interno, sino son simples secuestrados.
La crisis en las negociaciones han sido
grandes. El proceso de paz se paralizó hasta que la Guerrilla de las FARC
aceptó liberar a los secuestrados. Al
comienzo de la semana entregaron al CICR a los dos policías y el sábado se
espera la liberación del General.
Estos hechos han puesto a prueba el
proceso de paz y la voluntad de dialogo.
Para muchos, la guerrilla con la liberación de los militares y policía
ha apostado al dialogo y reafirmado la capacidad de imponer sus decisiones a
todo lo largo de la cadena guerrillera de mando. Para otros, estos secuestros
son la mejor muestra de, precisamente, la falta de voluntad para llegar a una
paz sustentable. La voluntad del gobierno de mantener las conversaciones, fue
puesta a prueba y el Presidente Santos parece haber actuado con el buen tino
político.
Mientras tanto, en la calle, el pueblo
colombiano sigue a la espera de una paz que los cobije a todos y a todas.
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