El Estado Vaticano es uno de los
sujetos de derecho internacional mas importantes en al diplomacia. No solo por su importante red política, con
innumerables embajadas a todo lo largo y ancho del globo terráqueo, con un servicio
de profesionales entrenados para hacer el seguimiento de la política. Sino
también por agrupar bajo una sola cabeza a los miles de millones de hombres y
mujeres que profesan la fe católica. Es
por eso, que es tan relevante.
Desde que se inició el
pontificado del cardenal argentino Berdoglio las expectativas han sido muchas.
El primer Papa latinoamericano, sin tradición europea y con una agenda marcada
por su propia formación jesuita. Aún no
realiza las visitas claves a Lourdes o Madrid, pero ya ha estado en el centro
de recepción de migrantes en Lampedusa, ya paso por Corea y Albania, destinos
poco comunes en un Papa.
Por otro lado, la visión que
tiene de la iglesia de sus miembros es muy distinta. Es famoso el rumor de que
el Papa Juan Pablo II se refería algún cura que había pecado, eufemismo para
referirse a crímenes o delitos penales en cualquier estado, como “nuestro hombre” y que debíamos
protegerlo, porque había dedicado la vida al sacerdocio. El rumor en el caso del Papa Francisco es que
no hay tolerancia con los crímenes, por ello ya un monseñor, esta preso por
corrupción; a un arzobispo por abuso de menores y grandes investigaciones al
interior de las finanzas del Vaticano.
Ahora emprende la reforma de
temas claves como la igualdad y la no discriminación, con un Sínodo sobre la
Familia que culminó esta semana, donde se discutió el estado de los y las
divorciadas, de los homosexuales y los matrimonios entre diversas
religiones. Uno de los cardenales de
confianza del papa, Walter Kasper ha dicho: “todo pecado puede ser perdonado, también el
divorcio”
Pero las criticas no son pocas.
El cardenal
esloveno Franc Rodé, antiguo prefecto de la Congregación para los Institutos de
Vida Consagrada, afirmó: “Sin duda, el Papa es un genio de la comunicación.
Tiene a su favor que parece simpático. Pero sus opiniones relativas al
capitalismo y a la justicia social son excesivamente de izquierdas. Se ve que
está marcado por el ambiente del que viene. En América del Sur hay grandes
diferencias sociales y cada día se producen allí grandes debates sobre esa
cuestión. Pero esta gente habla mucho y resuelve poco”.
Quizas
sea un juicio duro, pero los aires que América Latina pueden traer ahora, no
serán reprimidos como en la época de la teologia de la liberación, ya iglesia
católica necesita acercarse a su gente y solo con transparencia y actualización
se logrará.
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