Este 2014 diversos agrupaciones y
gobiernos han conmemorado los 100 años del inicio de la Primera Guerra Mundial.
Pero quizás nunca desde el final de la guerra fría, los vientos de guerra
parecen correr por Europa.
El movimiento separatista de Ucrania, con
el apoyo de Rusia ha abierto unas compuertas que parecían selladas para
siempre. Pero cuidado, no quiero que el lector piense que todo el edificio de
paz que la Unión Europea ha construido va a colapsar, no. Por el contrario,
esta estructura es uno de los pocos seguros institucionales que existen para
detener esta creciente tensión. Pero
Europa es algo mas que los 28 países de la UE.
La actitud de Rusia ha sido una de las
grandes fuentes de las tensiones. El Presidente Putin al principio aceptó y
apoyó el movimiento cesionista ucraniano y fue elevando el tono a un franco
desafío a la región, a Europa y al resto del mundo. Incluso, llegó a afirmar el
Putin en una entrevista preparada por la Oficina del Kremlin, que su país era
una potencia nuclear y que la comunidad internacional no debía olvidar eso.
Sin embargo, las sanciones económicas aprobadas contra
Rusia por parte de la Unión Europea han impactado las exportaciones de muchos
sectores en el viejo continente, sembrando preocupación sobre comerciantes en
zonas de España o Italia que no terminan de salir de la crisis. Sin hablar del
impacto que esas tienen al interior del gigante ruso.
Pero quizás, de lo mas preocupante, fue
la reunión de la Alianza del Atlántico Norte (OTAN) en la cual se acordó
detener el proceso de reducción de los gastos de defensa que vienen aprobando
los gobiernos europeos. Algunos países miembros exigieron cumplir la meta de 2%
del PIB en defensa, para estar preparados para enfrentar acciones militares que
podrían requerirse en el futuro inmediato.
¿Es posible una guerra convencional en
Europa?
La pregunta quizás sería mas bien,
cuantos muertos se necesitan para pensar que una guerra esta ocurriendo. No hay un acuerdo en cifras de la crisis en
Ucrania, pero diferentes fuentes se refieren a casi 2.000 soldados muertos, mas
de 5.000 civiles muertos, sin incluir los 300 muertos del avión de Malaysian
Airlines atacado sobre territorio ucraniano.
Casi un millón de personas desplazadas o refugiadas.
Tenemos una guerra ya en Europa, pero
parece que no estamos dispuesto a aceptar los fallos en el sistema de seguridad
contemporáneos. Y aunque todos hablamos de paz, muchos parecen prepararse para
la guerra.
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