La democracia suiza es uno de las experiencias mas activas
de participación directa. Cada año, los ciudadanos suizos asisten a urnas
refrendarías para pronunciarse sobre diversos aspectos de la vida ciudadana. El
domingo pasado, en una de estas tradicionales consultas propuesta por la colación
de extrema derecha, la UDC-SVP y con el titulo de referéndum “contra la
inmigración masiva” se celebró obteniendo una mayoría de un 50,3% de los votos.
Hasta unos días antes de la consulta, las encuestas
aseguraban que no se obtendría el mínimo requerido, pero el resultado del
domingo, sorprendió al gobierno, la oposición y sobre todo a la propia Unión
Europea. Pero veamos la situación un
poco más en detalle.
Desde el año 2002, Suiza ha suscrito un conjunto de acuerdos
con la Unión Europea que han extendido los beneficios del sistema de
integración europea a la confederación helvética. Poco a poco, los bienes y
servicios producidos en ese país comenzaron a circular sin impuestos y sin
controles, para beneficio de la industria local. La libre circulación de bienes
y servicios, se complementa con la libre circulación de personas, que este
referéndum obliga a suspender.
Por ahora, la Unión Europea ha suspendido las negociaciones
técnicas en desarrollo con Suiza y se espera que las consecuencias se vuelvan
mas evidentes. El Gobierno Suizo, en
seguimiento del referéndum aprobado, tiene 3 años para modificar las leyes y la
situación al respecto, ya anunció que nada cambiará hasta la aprobación de
estas nuevas normas.
Sin embargo, el tema de fondo es mucho mas que la libre
circulación europea. Los partidos de derecha en Europa han enfocado sus
criticas en el proceso europeo, a través de la circulación de migrantes
ilegales, que vienen en su mayoría de África y los países en guerra del medio
oriente. El problema es que el oasis que
representa Europa para los refugiados y que escapan de la guerra y el hambre,
nada tiene que ver con el proceso europeo. Pero si las cosas siguen así, el proceso
de integración europea será un daño colateral, que dejará a los europeos
huérfanos de uno de sus grandes aportes a la paz mundial y sin protección para
las tradicionales amenazas que tradicionalmente azotaron esa región del
mundo.
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