Conversaciones de paz


El proceso de paz que el gobierno de Colombia y las FARC están adelantando en La Habana, pareciera entrar a una dimensión distinta a los ejercicios previos.  En ese sentido la Universidad para la Paz de Naciones Unidas con sede en Costa Rica y la Universidad del Norte de Colombia organizaron una mesa redonda esta semana para analizar las distintos aspectos que el proceso de paz presenta.  Se discutieron la dimensión regional, la ambiental, la jurídica y el futuro del proceso de paz.

En lo personal me correspondió presentar algunas reflexiones sobre los problemas que el marco jurídico internacional podría estar presentando para las conversaciones de paz. Veamos algunos de los elementos, Colombia a finales de los años ochenta, llevó adelante un proceso de paz con el grupo guerrillero M19, que permitió su participación en el proceso constituyente que culminó en la Constitución de 1991. 

En las conversaciones y negociaciones pagar por los crímenes cometidos por ese grupo como colectivo o alguno de sus dirigentes estuvo fuera de la agenda. El principal objetivo era la paz, la justicia era  un valor secundario. Sin embargo, esta decisión conllevo a una cuota de impunidad, en acciones como la toma del Palacio de Justicia o el secuestro de la Embajada de la República Dominicana en Colombia.

Estas conversaciones se desarrollaron en plena guerra fría, de tal forma que la idea de justicia y lucha contra la impunidad estaba fuera de la ecuación. Poco tiempo después, con el final de la guerra fría y los conflictos en la antigua Yugoslavia y el genocidio en Ruanda motivaron a la comunidad internacional a establecer tribunales internacionales, que luego serían el germen de la nueva Corte Penal Internacional.  Presidentes, Ministros y generales fueron acusados y encarcelados para pagar por los crímenes cometidos. De esta forma, la lucha contra la impunidad paso al frente de la agenda de la comunidad internacional.

En la actualidad, el Presidente Santos ha pedido a la comunidad internacional flexibilidad para le proceso de paz, pero la Fiscalía de la Corte Penal Internacional ha solicitado al Poder Judicial colombiano que tome medidas para evitar la impunidad. Esta nueva dimensión en las negociaciones de paz ha transformado la naturaleza de los procesos de paz, supeditando las partes a una inspección internacional de sus acuerdos, con el objeto de combatir la impunidad y garantizar los derechos de las victimas individuales, que cuando los gobiernos comienzan a negociar a nombre del colectivo, suelen dejar a un lado.


Este cambio en el paradigma de las negociaciones esta cuestionando la legitimidad de acuerdos que en su momento fueron una respuesta como el caso de la transición española de los 80 o la pacificación de Rafael Caldera en Venezuela.  Colombia tiene la palabra y sin duda impactará en el devenir de mucha gente.

Comentarios