Iran


Desde la elección del nuevo Presidente Hasán Rouhaní de Irán, las cosas han venido cambiando poco a poco. En la esfera internacional, el discurso presidencial en la Asamblea General y los gestos de dialogo, se entendieron como una señal optimista, pero el escepticismo por años de confrontación liderada por el ex Presidente Ahmadinejad requería acciones.

Sin embargo, el inicio de las conversaciones nucleares en Ginebra entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad e Irán ha mostrado un efectivo y concreto paso para la normalización de las relaciones con la comunidad internacional.

El programa nuclear iraní ha sido una fuente de tensión permanente desde el inició de la Revolución Islámica en 1979. La comunidad internacional ha dejado en claro, que todos los países tienen el derecho al uso de la energía nuclear, sin embargo, este desarrollo debe hacerse en concordancia con las obligaciones de derecho internacional que exigen transparencia y supervisión permanente. Este requisito mínimo, ejecutado por la Agencia Internacional de Energía Atómica, fue rechazado en los últimos años por Irán, obligando al Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobar sanciones económicas al país persa.  Estas sanciones financieras y comerciales crearon una situación muy difícil para el Gobierno de Ahmadinejad y el desempeño económico de su pueblo. Pero al mismo tiempo era una promesa auto cumplida,  para el gobierno de ese país las sanciones de “occidente” reafirmaban la independencia de la Revolución Islámica.  Pero el nuevo gobierno de Rouhaní está desmontando este discurso.  Si un país quiere vivir en comunidad internacional, debe cumplir con las obligaciones aceptadas para garantizar la justicia.


Es por ello que ver al Secretario de Estado Kerry pidiendo al Congreso de los Estados Unidos, que no reitere las sanciones contra el país iraní, es un hecho insólito.  Las cosas cambian rápidamente, pero no sólo en el caso iraní de la energía nuclear, sino en la política internacional de ese país con el resto del mundo.  ¿Seguirá América Latina y Venezuela en las prioridades? Aún no tenemos claves para elaborar al respecto, pero si sabemos que se quiere bajar la conflictividad en el mundo entero, quizás, disminuir la presencia en nuestra región ayude en este proceso.

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