Esta semana tuve la oportunidad de
presenciar la visita de la Presidente de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf a la
Universidad para la Paz en Costa Rica. En una sencilla ceremonia, la Presidente
de uno de los países mas pobres del mundo, inauguró su propio busto, como un
homenaje que estudiantes liberianos, estudiando en Costa Rica, habían preparado
para ella. Fondos públicos de Liberia no
fueron utilizados para construir este monumento.
Pero, ¿quien es la actual Presidente de
Liberia, que puede ser erigido un busto en su honor en una institución adscrita
al sistema de la Organización de Naciones Unidas? La Señora Ellen
Johnson-Sirleaf, es la primera mujer presidenta electa en el continente
africano, ganadora del Premio Nobel de la Paz en el año 2011, en conjunción con
otras dos mujeres, por sus aportes a la reconstrucción de la sociedad liberiana;
economista, egresada de las mejores universidades del mundo y con experiencia
en la ONU, en CITIBANK y en entidades regionales africanas.
La Señora Johnson-Sirleaf es una abuela
de 75 años, que obtuvo la presidencia del país, en una casi indiscutible
victoria, que fue precedida por otro intento electoral fallido en las elecciones
previas en contra el Presidente Charles Taylor.
Por denunciar las diversas atrocidades que vivió el país en la década de
los ochenta así como en los procesos liderados por Taylor, Ellen Johnson-Sirleaf,
fue exilada, encarcelada y castigada.
Liberia, sin embargo, es un caso
peculiar en la historia africana. Fundada como colonia de los Estados Unidos en
1822, como destino para enviar a los esclavos liberados, estos en 1847
independizaron el país y fueron estableciendo una sociedad con una marcada
visión aislacionista y de proyecto propio de independencia. Este modelo fue desarrollándose con cierta
continuidad a lo largo del siglo XX, con apoyo de los Estados Unidos y algunas
de sus transnacionales, hasta el antes referido golpe de estado del Sargento
Samuel Kanyon, que inició el proceso de desestabilización de casi treinta años,
que culminó con la elección de la Presidenta Ellen Johnson-Sirleaf en el año
2005.
El contacto con esta mujer, líder de su
país y de un pueblo, refleja una persona de carácter fuerte y poco dada al
público, quizás una herencia de la historia de su pueblo, que no ha cambiado su
carácter mas bien reservado, pero que reconoce al mismo tiempo el intercambio
internacional y la educación de alta calidad, como la clave para el desarrollo
de la juventud de su pueblo.
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