Iran y Venezuela


Mohammad Jatamí fue Presidente de Irán (1997-2005) antes de Mahmud Ahmadineyad, (2006-2013) conocido por su cercanía personal con el fallecido Presidente Hugo Chávez. Sin embargo, la única visita de Jatamí a Caracas, en ocasión de la Cumbre Petrolera de OPEP en el año 2000 fue muy interesante.  Personalmente recuerdo la anécdota en el Teresa Carreño, cuando en el medio de la ceremonia de clausura, se volteó a pedir ayuda a uno de los terceros secretarios ganadores del concurso para ingresar al Ministerio de Relaciones Exteriores y en perfecto ingles le solicitó algo. Los guardaespaldas corrieron a auxiliarlos y él con gran tranquilidad, los devolvió al fondo del escenario.

Jatamí aunque un clérigo, miembro de los consejos políticos y religiosos del país, siempre ha tenido una posición progresista a favor de mujeres y jóvenes, así como una posición conciliadora en materia de política exterior  y en especial en referencia al programa nuclear de ese país.  Este hombre, electo en dos ocasiones, fue sustituido en las elecciones por el Señor Ahmadineyad, quien en su re-elección fue acusado de fraude e incluso encarceló algunos dirigentes opositores. Sin embargo, los clérigos prefirieron limitar los poderes de Ahmadineyad, antes de admitir un escandalo.

Ahora, en las recientes elecciones otro clérigo, Hasan Rohani muy cercano a Jatami logra el triunfo en un proceso con una alta participación y un triunfo incuestionable, a diferencia de la propia re-elección de Ahmadineyad, cuatro años atrás. Incluso, la prensa internacional reportaba que en las celebraciones del triunfo se gritaban mas los nombres de los políticos presos por Ahmadineyad, que el propio nombre de Rohani.

El nuevo Presidente ya anunciado un nuevo dialogo condicionado con los Estados Unidos en un marco de una relanzamiento de la economía, evitando el peso del bloqueo impuesto por la ONU como consecuencia de la violación de las normas en material nuclear.  Este dialogo impone tres condiciones, relativamente retoricas. EEUU se ha apresurado a enviar delegados para apoyar la apertura. Rohani, podría seguir la senda del dialogo de civilizaciones promovido anteriormente por Jatamí y de esta manera disminuir las tensiones en el mundo entero.

Venezuela y Siria serán dos escenarios que esperaran los lineamientos del nuevo Gobierno.  Es difícil que en el nuevo gobierno, Venezuela siga siendo la plataforma para una expansión iraní en el continente. En Siria, quizás las cosas no estén tan claras después de la reunión del G8, ya que la estabilidad del régimen de Al-Bassad es una pieza fundamental en el juego del gobierno de Teherán. Pero se ven cambios en el horizonte, donde el papel de Venezuela puede cambiar.

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