Siria

La semana pasada, la cadena CNN publicó un polémico video donde aparece un supuesto miembro de las milicias que luchan contra el Gobierno Sirio, que acuchilla el cadáver de un soldado del gobierno, extrae el corazón y lo come mientras grita consignas islámicas radicales contra el Gobierno de Al Assad.

En el otro lado del espectro informativo y casi al mismo tiempo, el diario Clarín de Buenos Aires, publicaba una entrevista con el Presidente Al Assad, donde negaba todo lo que sucede actualmente en su país, desde el conflicto, el número de muertes, el uso de armas químicas, mientras el periodista del Clarín Marcelo Cantelmi, narraba que el ruido de los obuses de la artillería eran el telón de fondo de la entrevista en una biblioteca del palacio presidencial en Damasco.

En esos mismos días, el País de Madrid entrevistó al Canciller de Irán Alí Akbar Salehi, que mantenía la misma línea retorica del Presidente Sirio, no sucede nada mas allá de la injerencia de occidente en un país musulmán y en especial de Israel.
Sin embargo, las cifras de ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja, hablan de miles de muertos, algunas cifras se refieren a mas de 70.000 y un millón y medio de refugiados. La destrucción de ciudades y la capacidad industrial se unen al drama humanitario que se vive.
Además, se informa de ataques del Gobierno de Israel en puntos en la frontera común con Siria que podrían contribuir con la escalada general del conflicto. 

Pero lo mas preocupante de la situación es la evidente degradación del conflicto con la negación del gobierno sirio y sus aliados, en un ambiente de evidente irrespeto de las reglas del Derecho Internacional Humanitario. La imagen del combatiente sirio profanando un cadáver, es un reflejo del potencial para que el drama humanitario siga creciendo de manera exponencial con el sufrimiento de civiles inocentes.

En el seno del Consejo de Seguridad, Rusia mantiene el veto a cualquier decisión que pudiera autorizar la intervención de la comunidad internacional, mientras en Madrid, esta semana se efectuó una Cumbre Anti Al Assad de los partidos sirios que condicionan cualquier dialogo a la participación directa de la ONU.

Las opciones sobre la mesa son pocas y limitadas. Siria es una ficha geopolítica en una región muy poco flexible en movimientos.  Sin embargo, las consecuencias del conflicto en la capacidad Siria para asumir un rol importante en la región, comienzan a ser tomadas en cuenta como variable y evaluar la necesidad del conflicto mismo.

Pero mas allá de cualquier formulación geopolítica o de análisis de política internacional, los millones de personas que salen de Siria para convertirse en refugiados y los miles de muertos no justifican ninguna de las políticas implantadas o el silencio del Consejo de Seguridad. La responsabilidad quedará en los gobiernos de Rusia y China de cara al futuro.

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