Paz en Colombia

El día martes 9 pasado, en Colombia se convocó a multitudinarias marchas en apoyo a la paz. Una iniciativa del Alcalde de Bogotá de izquierda Gustavo Preto, apoyada sorpresivamente por el Presidente Santos y en general por un amplio espectro de la política colombiana. Sin embargo, en el caso de los apoyos, los extremos se tocan: el ex presidente Álvaro Uribe y el Polo Patriótico rechazaron participar.

El 9 de abril se conmemora en Colombia la muerte de Jorge Eliezer Gaitán, en los hechos conocidos como el Bogotazo en todo el continente. Este día ha sido declarado por la nueva Ley de Victimas como el “Día nacional de la memoria y la solidaridad con las víctimas”, como una forma de reivindicar a las victimas de la Guerra en Colombia y aportarles la visibilidad y reconocimiento que se requieren como una forma de reivindicación y reparación moral.

Sin embargo, las marchas que se repitieron en la mayoría de las capitales de Colombia, une a todos en un tema común: la paz. Pero que significa esa palabra en el país vecino hoy. ¿Apoyar el dialogo de paz en desarrollo en la Habana?, ¿Reconocer a las victimas el derecho a recibir una reivindicación y reparación económica? ¿Derrotar a la guerrillas y las BACRIM con la seguridad democrática? Son muchas forma de ver la paz en un país.

Tuve la oportunidad de caminar por la séptima en Bogotá el día de la marcha. Miles y miles de personas venidas de toda Colombia caminaron y se regresaron a una flota de autobuses para volver a sus pueblos en los llanos de Colombia, en el sur con Ecuador o al Choco de la Costa.  En sus rostros era difícil adivinar lo que esa paz significaba, un buen trabajo, igualdad jurídica, seguridad, en fin lo que cualquier ser humano aspira en cualquier parte del mundo.

Quizás esta haya sido la gran clave del posible éxito de esta marcha. El Gobierno de Santos le metió la gente al proceso de paz, los hombres y mujeres en la calle se apropian de un proceso que no esta claro, pero que se desarrolla para alegría de muchos y preocupación de otros. Que los dos principales representantes de los partidos políticos, oficialistas con Santos y Petro con la izquierda abren un gran espacio para el debate, pero sobre todo, le cierra el espacio a los radicales, tanto de derecho o de izquierda que viven de la industria de la guerra.

¿La paz significaría la reelección del Presidente Santos? Ese es el argumento de los opositores del Polo Patriótico, pero todo tiene un costo en la vida. ¿La Paz significa la participación política de las FARC? Ese es el argumento de Uribe. Quizás en este caso no sea tan alto, pero solo puedo decirles desde esta acera en Bogotá, la paz avanza en Colombia.

Artículo publicado en el diario Tal Cual de Caracas el 12 de Abril de 2013

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