La muerte de Hugo Chávez pone fin a un estilo personal de política exterior. El día de hoy, que jefes de estado, representantes de gobiernos y políticos de buena parte del mundo se congregan en Caracas para los funerales de Estado que se realizan, es un buen día para hacer un recuento de sus catorce años de política.
Todo análisis o recuento es arbitrario por naturaleza, así
que propongo algunos ejes para revisar estos años de política exterior. Hay dos
puntos claves, que marcaron momentos de
gran efervescencia y que de alguna forma, son los limites de la política
exterior Norte-Sur del Presidente Chávez: “Aquí huele a azufre” como forma de
llamar demonio al Presidente Bush en la Asamblea General de la ONU en Nueva
York, en el año 2005 y luego las acusaciones al Gobierno de Aznar en la XVII
Cumbre Iberoamericana en Santiago de
Chile el año 2007, que culminaron con el “Por qué no te callas” del Rey de
España al Presidente Chávez. La etapa
anti-Bush, comenzó luego de seis años completos de mandato del venezolano e
intentos fallidos de cooperación política con los Estados Unidos, que se
condimentaron con encuentros en un pasillo con el Presidente Clinton, la
apertura de un juego de los Mets en Nueva York y la Bolsa de Valores en esa
misma ciudad. La era Bush encontró el campo fértil para construir una campaña
más estructurada contra “el imperio norteamericano”, que luego se fue matizando
con la llegada del Presidente Obama, que terminó con la frase, “Si Obama fuera
venezolano votaría por mi”.
En cuanto a la
política Sur-Sur, su inició y consistencia se remontan al comienzo del propio
gobierno de Chávez en 1999, y fue mucho más transversal que la Norte-Sur, tanto
que en ocasiones esa política internacional se confundió con la política
interna, en particular con el eje Caracas-La Habana, que le dio personalidad,
gobernabilidad y sustento en la mayoría de sus políticas, médicos,
construcciones con los brasileños, armamento ruso, inversiones petroleras con hindúes, vietnamitas
entre otros. Mención especial en estas políticas las tendrán el acercamiento a
Chinos e Iraníes, quizás los dos polos más claros de un nuevo mundo multipolar,
donde la política de Chávez sentó bases solidas de unión política, militar y
económica.
¿Se podrán
mantener estos lineamientos en política internacional chavista en el tiempo?.
Personalmente creo que será muy difícil. Quizás los acuerdos firmados desde un
punto de vista formal se mantendrán en el tiempo, pero el dinamismo personal y
el compromiso en el cumplimiento de esos compromisos no podrán ser mantenidos
en el mediano plazo. En política, segundas partes nunca fueron buenas.
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