El
resultado de las elecciones en Estados Unidos no debería sorprender a los
analistas más claros, ni tampoco a los seguidores externos de la política del
país del norte. Aunque en las últimas
semanas, se dio un crecimiento importante del candidato republicano Mitt
Rommney, nunca pensé que Obama perdería la Casa Blanca. Esta afirmación la
quiero desarrollar sobre tres elementos básicos: 1. El crecimiento económico,
2. El huracán Sandy y 3. Obama en sí mismo.
En primer
lugar, podemos afirmar que luego de cuatro años de administración Obama,
comienzan a verse los resultados de su política social y económica, de manera tímida
y quizás no contundente, pero el camino trazado por los demócratas, de mayor
solidaridad y visión de conjunto en la sociedad está caminando, seguro social
obligatorio incluido.
En segundo
lugar, el Huracán Sandy preocupó a todos, por los efectos que podrían
desencadenarse por la falta de atención de los damnificados y la reconstrucción
de muchos de los daños. Pero el apoyo que Obama recibió del gobernador
republicano de New Jersey, Chris Christie, le permitió al presidente ganar el
apoyo de votantes independientes buscan mas dialogo bipartidista y la
moderación.
Por último,
los Estados Unidos de América del siglo XXI se parecen más a Barak Obama que a
Mitt Rommey. El hijo de un senador y político republicano, mormón y afiliado a
los intereses del grupo político del “Tea Party”, pertenece a una visión
pretérita de esa sociedad. El hijo de un africano y una ciudadana, sin recursos
económicos conocidos, se parece más al país que hoy representa. En su discurso
de aceptación del triunfo, dejó claro su pertenencia: “Creemos en un Estados
Unidos generoso, un Estados Unidos compasivo, un Estados Unidos tolerante,
abierto a los sueños de una hija de inmigrantes que estudia en nuestras
escuelas y jura fidelidad a nuestra bandera. Abierto a los sueños del chico de
la parte sur de Chicago que ve que puede tener una vida más allá de la esquina
más cercana. A los del hijo del ebanista de Carolina del Norte que quiere ser
médico o científico, ingeniero o empresario, diplomático o incluso presidente;
ese es el futuro al que aspiramos. Esa es la visión que compartimos. Esa es la
dirección en la que debemos avanzar. Hacia allí debemos ir.”
Sobre las
formas en que los candidatos en contienda se respetaron, hasta las últimas
horas de ayer o el desempeño de un gobierno que se quiere reelegir, están fuera
de este artículo; no por insignificantes, sino por obvias para cualquier otro
país de nuestro continente. Esperemos que el lema de campaña de Obama, “sigamos
adelante”, le deje a los ciudadanos de ese país, una mejor sociedad al
finalizar la que seguro será conocida como “la era Obama”.
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