El día
primero de diciembre, tomará posesión el nuevo Presidente de México Enrique
Peña Nieto. Para muchos, el primero de diciembre marca el retorno del Partido
Revolucionario Institucional, según algunos analistas es “el fin de la transición
que no fue” para referirse a la esperada renovación política que no ocurrió. El
PRI retoma el control del Ejecutivo Federal, con un personaje nuevo, sin pasado
político pero en el contexto de una elección con grandes críticas sobre la
transparencia en la acción de los partidos y caciques tradicionales.
Pero
conviene que analicemos la situación que vive México en la actualidad. Desde el
punto de vista económico, el país azteca tiene uno de los crecimientos
económicos más importantes del continente, pero con una sostenida reducción de
la pobreza. La apuesta estratégica de vincular México con Estados Unidos y
Canadá en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, desde la
perspectiva económica y macroeconómica, muestra un país pujante en el área
comercial, en este sentido la oferta de bienes y servicios en el país compite
con cualquier centro comercial de los Estados Unidos. Este crecimiento se
evidencia con las nuevas zonas urbanas e industriales en la ciudad de México y
en todo el país que crecen con el motor de la económica internacional Pero no todo es positivo.
México vive
una guerra total con narcotráfico. La Secretaria de Estado de Estados Unidos,
Hillary Clinton la definió como la Colombia de los años ochenta. Los avances
contra el narcotráfico en Colombia, desde la lucha proveniente del apoyo de los
Estados Unidos hasta las recientes negociaciones de paz, han cambiado el
mercado y los flujos en materia de narcotráfico. Además, la cercanía de México
con el gran mercado de los Estados Unidos complica la unilateral lucha que el
país del norte tiene en materia de drogas. Pero en México, la lucha por
controlar los espacios entre los carteles de la droga han creado un campo de
batalla, los enfrentamientos entre policías federales, policías locales y
ejercito tienen la sociedad en jaque. El
nivel de violencia e inseguridad que se observan en las calles, el despliegue
de fuerzas y hasta las armas de guerra que utilizan los guardias de seguridad
en las tiendas y comercios, sorprenden hasta este columnista venezolano
acostumbrado a nuestra propia violencia.
México, uno
de los 10 países más poblados del mundo y con la sexta ciudad más poblada del
mundo, camina hacia un modelo de desarrollo propio; mantiene sus tradiciones,
su forma de ver la vida e incorpora los elementos del comercio mundial que
benefician a sus habitantes, sin complejos ni soluciones milagrosas. En eso
parece alejarse del resto de América del Sur, pero solo el tiempo y el respaldo
de sus ciudadanos a las políticas de ese país darán la respuesta definitiva a
esta modelo de desarrollo.
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