Libano



La guerra civil en Siria ha iniciado una escalada de desestabilización en el oriente medio, cuyo desenlace aún no está claro.  Inicialmente los contactos entre el régimen sirio e Irán preocuparon a la comunidad internacional, luego las tensiones entre Siria y Turquía iniciaron enfrentamientos armados entre los dos estados. Ahora el turno le corresponde al Líbano.
El viernes pasado un atentado terrorista asesinó al General Wissam Al Hassan, encargado de los servicios de inteligencia del Líbano. El General Al Hassan, llevó adelante la investigación de la muerte del ex Primer Ministro de Líbano Rafiq Hariri, y anunció la responsabilidad del régimen sirio en su desaparición. Esta información abrió la caja de pandora, que para muchos explica el ataque que le costó la vida, además de otras ocho personas. En este sentido es importante destacar que la muerte en el año 2005 del ex Primer Ministro Hariri causó gran conmoción, ya que era todo un símbolo de esperanza y conciliación nacional; y su desaparición lleno de dudas a la región sobre  un Líbano en paz.
Con el atentado al General Al Hassan, para muchos se confirma la participación siria y el camino de desestabilización regional que se inició con el conflicto sirio.  A partir del atentado del viernes en el Beirut, las fuerzas enfrentadas tradicionalmente, política y religiosamente, han retomado las armas y la posibilidad de una mayor violencia están en la mente de todos. Ya han aparecido nuevamente las noticias que informan de las víctimas civiles caídas por esta violencia, como fue el caso de una niña de 9 años asesinada por un francotirador en la ciudad de Trípoli al norte del país.
Todas estas acciones han hecho ya declarar a la Secretaria de Estado de los Estados Unidos el temor de un vacío de poder que pueda potenciar y acelerar cualquier confrontación.
Esta situación general es una de las consecuencias de la negativa por parte del Consejo de Seguridad de la puesta en práctica de la doctrina de la Responsabilidad para Proteger (R2P) que se uso en el caso de Libia.  Las muertes en Siria, que ya se cuentan por miles y la espiral de desestabilización que se vive en la zona nuevamente aconsejan a la ONU la intervención para proteger la paz y la estabilidad regional.
La zona de prohibición de vuelos en Libia tuvo efectos muy negativos, en especial el linchamiento de Muammar Gadafi. Pero por el otro lado, permitió una rápida solución a la crisis en ese país y sobre todo que las tensiones en la zona, ya bastante grandes para el momento como consecuencia de la primavera árabe, no se convirtieran una guerra civil regional.  Esperemos que el anuncio de un cese al fuego, por parte del mediador de ONU y la Liga Árabe para Siria, el diplomático argelino Lakhdar Brahimi, se convierta en una realidad para todos. 
Publicado en el diario Tal Cual, Caracas el 26 de Octubre 2012

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