El medio
oriente ha sido por siempre el territorio clave para la geopolítica
internacional. Su definición es mas
política que geográfica, comienza en Turquía y termina en golfo pérsico y puede
extenderse, por un lado hasta Egipto e incluso Libia y para otros puede llegar hasta el Asia central, llegando
algunos a incluir Pakistán y la India.
Esta zona representa el tablero más grande y tradicional de enfrentamiento
internacional. Occidente y Oriente se pelean cada país, como si fuera un
tablero de ajedrez.
En los
tiempos de la guerra fría había territorios neutrales en ese medio oriente,
donde ambos bloques se encontraban para dialogar, negociar, intercambiar
acuerdos o hasta jugar en el casino, como en Beirut. Pero con el colapso del
muro de Berlín, muchos de estos acuerdos tácitos de juego geopolítico
terminaron y ahora el mantener estos espacios se defienden con sangre y fuego.
Eso es lo que está sucediendo en las calles de Damasco y en general en toda
Siria.
La revuelta
en ese país comenzó en medio de la primavera árabe, hace ya casi un año y
medio. Los sirios en las calles, comenzaron a pedir elecciones libres, que el
gobierno transferido de padre a hijo fuera objeto de una competencia limpia y
respeto a los derechos humanos. La respuesta fue la militarización general y
las protestas comenzaron, desde incidentes localizados en las zonas sur hasta
una batalla casa por casa en Damasco esta semana.
Pero quienes
se enfrentan en Siria, la respuesta es simple y compleja al mismo tiempo:
todos. Veamos.
En el
Consejo de Seguridad públicamente se enfrenta el mundo entero en contra de
Rusia y China, logrando la paralización del ente mundial. Rusia defiende su
alianza con Siria pero tambien la base militar que posee en Tartus que le
permite una proyección directa en el mar Mediterráneo y una transferencia de
armas que se han contabilizado en más US $ 3,500 en los últimos meses. Además, Putin considera a Siria una barrera
para los fundamentalismos islámicos se extiendan hacia el norte. China parece
apoyar a Rusia a la espera de la reciprocidad cuando se necesite.
Irán
mantiene una posición cercana al régimen en Siria, a cambio de un apoyo
importante para mantener el equilibrio del régimen islámico persa. El apoyo del
gobierno iraní va desde armas, recursos humanos y soporte político.
En las
calles de Siria, diversas fuerzas fundamentalistas musulmanas buscan acabar con un régimen, que si bien es
musulmán, es demasiado seglar y muy tibio para grupos como Al-Qaeda y sus
aliados en la zona.
Occidente,
en general, pero Estados Unidos e Israel en particular ven en las revueltas una
oportunidad para obtener una ficha en ese tablero geopolítico que representa el
medio oriente.
Y en este
juego de poderes, está al final de la ecuación la gente. El Comité Internacional
de la Cruz Roja ya declaró la existencia de una guerra civil, legalmente
hablando y las cifras internacionales apoyan
al CICR, 18.000 muertos, más de 180.000 refugiados y pare usted de contar.
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