Ganar o perder territorio



El martes pasado, el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano hizo pública una importante nota de prensa, en el cual ratificó la vigencia de la reclamación del territorio Esequibo por parte de nuestro país y su apego al mecanismo liderado por el Secretario General de la ONU, para obtener “una solución práctica” entre los dos países, como lo estableció el Acuerdo de Ginebra de 1966.

La importancia de esta declaración y la reafirmación por parte de Venezuela de más de 50 años de diplomacia democrática venezolana, es un gesto esclarecedor y que contribuye a un entendimiento sobre temas básicos de la política internacional en nuestro país.

La negociación de un mecanismo bajo la supervisión de ONU comenzó en 1962, cuando el Gobierno Venezolano presidido Romulo Betancourt, logró incorporar el tema del litigio territorial dentro del más amplio tema de la descolonización, lo cual permitió a nuestro país reabrir un tema que se creía cerrado.

Este no fue un hecho aislado de la joven democracia. Esta acción en la antigua Guayana Inglesa, se vio fortalecido por una campaña de delimitación de áreas marinas y submarinas en el Caribe, que le permitió a Venezuela incrementar su fachada atlántica, firmando acuerdos con casi todos sus vecinos caribeños. Sin embargo, el venezolano sigue pensando que la democracia fue débil en sus reclamaciones. Cuando la verdad es que fueron los gobiernos militares quienes firmaron los tratados que arrebataron a Venezuela grandes espacios territoriales, como los laudos firmados por el General Antonio Guzman Blanco en el siglo XIX o el Tratado de 1941, firmado por el General Eleazar Lopez Contreras, por solo mencionar los dos más importantes tratados en la materia.

Los límites de Venezuela han sido un tema que la democracia venezolana ha reivindicado siempre en su política exterior, pero ha fallado en la construcción de un consenso interno sobre el tema. La gente en la calle, piensa que el Esequibo lo perdimos; más de un alumno en clase o una conversa en la calle me han dicho que “Chávez regaló el Esequibo”. Y toca comenzar a explicar una tras de otras las acciones que el Estado Venezolano ha desarrollado y continua desarrollando.

Pero sin duda es necesaria una campaña para legitimar en nuestro país el tema. Quizás una de las áreas urgentes es ratificar el mapa oficial del país con la zona en reclamación y prohibir el uso en textos y documentos escolares de los mapas disponibles en el internet que no contienen la zona bajo negociación con la República Cooperativa de Guyana.

Además de estas medidas del gobierno, hace falta que en las escuelas se le enseñe a cuidar el territorio nacional a los estudiantes, se enseñe la historia del país como un proceso que ya lleva 200 años y que se ha construido con el trabajo de muchas generaciones de hombres y mujeres. En fin, que se enseñe a nuestros muchachos a querer a nuestro país, por sobre todas las cosas.

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