Libre Comercio entre Venezuela y Colombia


Hoy y mañana todos parecen celebrar la fiesta de la integración. El Presidente Chávez se une con los Presidentes del continente y ratifica la vocación universal de la Patria de Bolívar. El Gobierno Bolivariano cumple la promesa del Libertador hecha en el Congreso Anfictiónico de Panamá y muchas otras frases históricas repetidas una y otra vez.

Pero la verdad es otra muy distinta y quedó clara con los acuerdos suscritos el día lunes 28 pasado con el Presidente Santos de Colombia. Es definitiva la salida de Venezuela de la Comunidad Andina (CAN) y el no ingreso al MERCOSUR. Se inicia el 2012 y nuestro país no pertenece a ningún esquema de integración económica. El Presidente Chávez denunció la CAN, el Grupo de los 3 con México y el ingreso a Mercosur nunca se verificó; el ALBA o la Alternativa Bolivariana no es un esquema de integración económica, sino un esquema asistencialista de comercio internacional.

Es por ello que los Presidentes Chávez y Santos firmaron una zona de libre comercio a través de un Acuerdo de Alcance Parcial dentro del marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), en el cual los 2 países establecen un sistema de preferencias en materia de aranceles que crea, dentro de un mínimo marco institucional, un esquema para que pueda desarrollarse el comercio colombo-venezolano. Sin embargo, este esquema no podrá sustituir al esquema de la CAN y por consiguiente el comercio de bilateral cercano a los US $ 8.000 millones dólares que existió en el año 2010.

La Comunidad Andina no es un acuerdo de libre comercio, como el que firmaron los Presidentes Chávez y Santos esta semana. Es un esquema de seguridad económica colectiva, en el cual el libre comercio era un elemento fundamental, pero también lo integraban el comercio de servicios, la propiedad intelectual, la protección a los productores agrícolas, la cooperación técnica, el desarrollo fronterizo y muchos otros aspectos. Además, la CAN permite a todos los ciudadanos que desarrollan el comercio entre sus estados miembros presentar quejas ante el Tribunal Andino de Justicia en contra de sus estados u órganos competentes que no cumplan las funciones para las que fueron creados.

Esta zona de libre comercio es un paño caliente, es una forma de paliar la necesidad que tiene el Gobierno Venezolano de comprar productos en el exterior, al único proveedor que tiene a distancia de carretera y que puede satisfacer la mayoría de las apremiantes necesidades en materia de alimentos y servicios de primera necesidad.

Pero el espacio que habían construido los venezolanos, empresarios, trabajadores, habitantes de las zonas de frontera, en los cuales su trabajo permanente les había permitido conquistar un mercado internacional, gerenciando sus capacidades competitivas ya no existe. Ahora sólo los Presidentes van de cumbre en cumbre, dejando a un lado a los ciudadanos que daban contenido a esos acuerdos.

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