OEA y la supervisión electoral en Venezuela


El anuncio del Consejo Nacional Electoral venezolano de las elecciones presidenciales en octubre del año 2012, parece haber acelerado la carrera presidencial. Pero pocos recordaban que la comunidad internacional tiene una voz importante en la cuarta elección continua de Hugo Chávez. En otras palabras, sin una supervisión clara y contundente de una eventual victoria del oficialismo, el nuevo periodo presidencial de la revolución bolivariana tendría graves problemas de legitimidad de origen.

En el caso de los países americanos, la Carta Democrática Interamericana establece que las Misiones Electorales informaran al Consejo Permanente “…si no existiesen las condiciones necesarias para la realización de elecciones libres y justas.” Estas condiciones se determinan a través del cumplimiento del ordenamiento nacional de cada estado en referencia con el proceso electoral y también la normativa internacional. En el caso de las elecciones venezolanas de octubre de 2012, además de la normativa existente, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos aprobó la semana pasada un mandato directo al Consejo Electoral Venezolano, en el cual “… debe asegurar que las sanciones de inhabilitación no constituyan impedimento para la postulación del señor López Mendoza en el evento de que desee inscribirse como candidato en procesos electorales a celebrarse con posterioridad a la emisión de la presente Sentencia…”

De esta manera, la Misión Electoral que tenga la responsabilidad de establecer la legalidad y transparencia de la contienda electoral, comenzará con la pregunta si se cumplió o no con el mandato del órgano judicial más importante del continente.

Las declaraciones de los funcionarios del gobierno han tenido los términos más groseros e irrespetuosos ante el Sistema de Protección de Derechos Humanos que se ha ganado el respeto del mundo entero, denunciando a todos los gobiernos, de todas las tendencias, desde las dictaduras militares del sur del continente en los setenta hasta el Presidente Bush por las detenciones en Guantánamo recientemente.

Si las elecciones del 2012 no están en perfecta alineación con la normativa nacional e internacional para poder justificar el mandato continuo por 20 años de Hugo Chávez, los mecanismos de protección democrática que los gobiernos del continente aprobaron libremente, se activaran y el gobierno que podría surgir de esas elecciones tendrá problemas para actuar en el contexto internacional. Y no sería el primero en esta situación en el continente, el caso de Fujimori en el Perú es el antecedente de las consecuencias para los gobiernos.

Falta un año y sería bueno que los funcionarios del Gobierno dejaran de ofender a las instituciones que los protegieron en el 2002 y pusieran la casa en orden para la supervisión que viene.

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