La Colombia de Santos


Colombia parece estar dando un giro, discreto pero constante. El Ministro de Defensa del Gobierno de Uribe, Juan Manuel Santos, el responsable de las mayores tensiones de ese país con sus vecinos está cambiando todo.

Juan Manuel Santos, es un político de larga trayectoria personal y familiar. Miembro de la importante familia Santos, sobrino-nieto del Presidente Eduardo Santos (1938-1942) y parte de uno de los emporios comerciales y de medios de comunicación más influyentes del país. Además, economista con postgrados en la Escuela de Economía de Londres y Harvard.

Antes de conseguir la presidencia en las elecciones del año pasado, había sido precandidato del Partido Liberal en el año 1997. Ha tenido una larga carrera, Ministro de Comercio Exterior, Ministro de Hacienda y Ministro de Defensa, además senador y representante de Colombia en la Organización Internacional de Café en Londres.

Se unió a Alvaro Uribe para fundar “el Partido de la U” y gana las elecciones como natural y seguro heredero del uribismo. Poco tiempo después, los principales lineamientos del gobierno anterior cambiaron. La política exterior se reorientó y quizás el mejor ejemplo sea el relanzamiento de la amistad colombo-venezolana, que se etiquetó con la famosa frase, “Chávez mi nuevo mejor amigo”.

Pero en el frente internacional los cambios no significan un retroceso o una traición al gobierno de Uribe, si no por el contrario ajustar la maquinaria internacional de Colombia para conseguir los mejores resultados para su política interna. El Congreso de Estados Unidos parece listo para firmar el Acuerdo de Libre Comercio entre los dos países, engavetado desde hace varios años; las relaciones con China ubican a ese país como el segundo socio comercial después de los Estados Unidos y en el continente Colombia vuelve a ocupar un lugar más cómodo, construyendo consensos como el regreso de Honduras a la OEA.

Pero los cambios de Santos, no se quedan en la esfera internacional. El sábado 11 de junio, el Presidente de Colombia promulgó la Ley de Victimas y Tierras, bajo la mirada del Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon como testigo especial. Esta Ley establece un registro para todas las víctimas de la violencia en el país, asesinatos, secuestros, ataques y robos de tierra y permite la indemnización para cada una de las víctimas a través del pago de dinero o devolución de tierras. Esta Ley se articula con una reforma de la Ley de Justicia y Paz, que adelantará una forma de justicia transicional que tiene por objetivo preparar la Colombia post-conflicto.

Todas estas acciones no quieren decir que el conflicto colombiano terminó o que el narcotráfico está erradicado. Sólo quiere decir que las cosas mejoran para Colombia a una gran velocidad y quienes parecemos reconocer mejor la situación somos nosotros los venezolanos: este año el Gobierno de Colombia está otorgando la residencia a 46 venezolanos por día!

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