EE.UU. parece dibujar una nueva política hacia América Latina


El Presidente Barack Obama ha pasado a la ofensiva en el frente interno y externo, mientras intenta romper la monotemática atención de la crisis económica y financiera.
Una gira por el Estado de California, bajo control republicano y la participación en un famoso programa de televisión inyecta confianza en medio de la crisis. En el programa, se burló de las ventajas de viajar en la flota presidencial y estar siempre bajo la protección del servicio secreto. Es la primera vez que un presidente en ejercicio participa en un programa de este tipo.
En el frente externo, un sorpresivo mensaje directo al Gobierno de Irán, propone un diálogo en el medio del debate electoral en ese país islámico. Esta inusual transmisión, con subtítulos en farsi, invita a Irán a ocupar un lugar en la comunidad internacional, con sus respectivas obligaciones.
Hacia América Latina, el Vicepresidente Biden se reunirá en Centroamérica con los presidentes de esa zona, con excepción de Daniel Ortega; poco tiempo después, en Chile se reunirá con los mandatarios de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. Esta gira complemente el encuentro del Lula Da Silva-Barack Obama de la semana pasada, y además el viaje a México el próximo mes de Abril. Esto crea un acercamiento a América Latina, que no se veía en muchos años.
Estas acciones no parecen aisladas, sino por el contrario se muestran como la construcción de una plataforma de dialogo común, que podría tener un punto de inflexión en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos que se celebrará en Trinidad y Tobago el próximo mes de Abril.

La Administración de Obama pareciera que no quiere sorpresas en esa cita. Para esa fecha, habrá tenido encuentros con casi todos los países del hemisferio y la percepción de abandono por parte de los Estados Unidos en la región, podría empezar su final.

A juzgar por estas medidas, la política exterior de Obama no será un monopolio de la Secretaria de Estado Clinton, sino que será una acción directa del Presidente y el vicepresidente Joe Biden, quien dentro del grupo es quien tiene la mayor experiencia. La diplomacia directa se complementará con la designación de enviados especiales, como los que se ya se han encargado del Medio Oriente.

Pareciera que la Administración Obama tiene una claridad de objetivos en la materia, el reto será lograr la coordinación de estas instancias, que no siempre han trabajado de manera eficiente. Los frutos, ya los veremos.

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