La investidura de Barak Obama


Barak Obama es el 44th Presidente de los EE.UU. y esta es la investidura 56 de la historia de ese país.
La ceremonia es una fiesta, en el sentido más venezolano de la expresión. No es la simple juramentación en las escaleras del Congreso lo que representa la investidura. Cuatro días de fiesta, incluidos dos días de fiesta nacional. Sábado y domingo primero; luego el lunes el día de Marthin Luther King y el martes la ceremonia final.


El Distrito de Columbia (DC) tiene una población de más de 500.000 residentes, pero contando toda su área metropolitana, puede llegar a unos 5 millones. Para la ocasión, viajaron a la ciudad 3 millones de visitantes. No había hotel o habitación libre. Todos querían ser parte de la historia.


Los actos comenzaron el viernes de manera informal, con un viaje en tren en un antiguo vagón de pasajeros; el Presidente Obama, el Vicepresidente Biden y su familia desde Filadelfia, siguiendo el mismo camino que recorrió el Presidente Abraham Lincoln cuando viajó a Washington para encargarse de la Presidencia en 1860. Obama, antiguo profesor de Derecho, admira a Lincoln y en las diversas paradas que realizó en el viaje a la capital, se refirió al líder que abolió la esclavitud.
El programa comenzó el sábado con un gigantesco concierto en las escaleras del monumento a Lincoln y el simbólico espejo de agua. En ese lugar se han dado grandes acontecimientos de la vida de EE.UU. entre ellos el célebre discurso de Marthin Luther King “Yo tengo un sueño” y cientos de protestas raciales y pacifistas. Este era el objetivo del equipo de Obama, buscar esa comunión que representa el gobierno de Obama. El concierto fue una agrupación de artistas de diversos orígenes, Bono, Shakira, Beyonce, Bruce Springsteen, y Jon Bon Jovi, intercaladas con mensajes de actores como Denzel Washington, Tom Hanks, Forest Whitaker y Samuel L. Jackson. Al concierto asistieron más de 500.000 personas, aunque la temperatura fue 0º centígrados.

Pero este concierto fue solo el abreboca del espectáculo en Washington estos días, los bailes de gala. Se dieron 10 importantes fiestas con la presencia del Presidente y algunos del Vicepresidente. Los más importantes son los organizados por el propio Presidente Obama, el Vicepresidente, los vecinos de Washington y luego otros preparados por los estados, Kentucky, Pensilvania, los estados del oeste, del centro. La mayoría de ellos son por estricta invitación, otros requieren la adquisición de la entrada, cuyo precio no es menor a 350 US $ hasta los miles de dólares. Los mejores bailes requieren traje de etiqueta en los hombres y traje largo en las mujeres.

El lunes se convirtió en un día de homenajes y servicio público en honor a Marthin L. King. Los miles y miles de turistas compran cualquier cosa con la cara del nuevo presidente, su esposa o la familia: calendarios, tazas de café, cobijas, bufandas, gorras, banderas, pines, franelas y cuando cosa ha fabricado el mundo para vender, pero con la cara de Obama.

La ceremonia continuó con la Juramentación el día martes, con una temperatura de -10ºC. En las escaleras del Congreso, un selecto grupo de políticos, los ex presidentes vivos y congresistas estaban en primera fila. Un grupo de excelentes músicos acompañó la investidura, con la venezolana Gabriela Montero al piano. El Presidente de la Corte Suprema tomó el juramento, con la misma biblia que utilizó el Presidente Lincoln. En su breve discurso inaugural, el mensaje fue claro: “Somos el país más poderoso de la tierra”, pero aclaró, que ese lugar lo alcanzó la sociedad de los EE.UU. unida en sus valores de libertad, que no provenían de la raza o la religión. Luego, la retirada del Presidente Bush. Un breve almuerzo de Gala con el Presidente Obama, precedió el desfile inaugural por todo el centro de Washington hasta la propia Casa Blanca.

Las celebraciones continuaron en la noche, con el Baile de Gala que ofrece el Presidente y más tarde el Vicepresidente.
Pero en la calle, cientos de miles de personas comparten una fiesta. No es simplemente el hecho de que culmina la era Bush, sino el nacimiento de algo diferente. La campaña de Obama hizo de la frase “Si se puede” su principal eslogan; hoy se anuncia y se grita: “Si, lo hicimos”. Un gran porcentaje de negros, palabra políticamente correcta afrodescendiente ha dado paso al natural sustantivo, no ocultan la felicidad por el hecho cumplido, sin olvidar que hasta los años 60 un negro no podía sentarse en el mismo lugar que los blancos, tal y como lo señaló el Presidente Obama en su discurso. Pero hoy un negro es Presidente. Nadie oculta el orgullo de unos y otros en la calle.

La fiesta termina, pero la incertidumbre está en la mente de muchos, ¿podrá Obama llenar todas las expectativas?


Publicado en el diario El Nuevo Pais, Caracas. 21 de Enero de 2009

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