Venezuela en los debates de los EE.UU.


El día miércoles terminaron los debates entre los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos. Estos encuentros son organizados por la Comisión para los Debates, una ONG no afiliada a los partidos, que tiene por objeto garantizar la imparcialidad y la transparencia de los mismos.

El fin de los debates marca la recta final de las elecciones, ya que apenas faltan 3

semanas para las votaciones. Pero antes de entrar en predicciones, conviene mirar estos más de cerca. Cada uno de ellos tenía una temática: el primero economía, el segundo política exterior y seguridad nacional y el tercero, política interna. Quién ganó es difícil de determinar, en ninguno de los casos hubo un vencedor absoluto.

Pero hay un hecho claro: en los tres debates Venezuela o Chávez fueron parte del discurso. Ni siquiera países como Israel o Irán, que son parte fundamental de la política exterior de los EE. UU., ocuparon la agenda de los tres encuentros. Las razones son muchas. Desde factores históricos, como la estrecha relación de Venezuela con EE. UU., el primer país de América Latina con el que Norteamérica estableció relaciones; las ayudas del gigante del norte durante el bloqueo europeo de principios del siglo XX o el despojo británico de la Guayana, hasta el más reciente embargo petrolero de los años setenta. Factores políticos y comunicaciones que tienen que ver con la forma en que el Presidente Chávez se ha posicionado en los medios de comunicación internacionales. Pero más allá de las conjeturas, Venezuela forma parte de las preocupaciones del próximo Presidente de los Estados Unidos en política interna, política exterior y economía.

Esta es una verdad y como tal sólo admite actuar. Y parece que la administración Chávez fue la primera en percatarse del hecho, a juzgar por las declaraciones del Presidente en el canal 8 al referirse a la imposibilidad de los EE.UU. de dejar de adquirir el petróleo venezolano.

La inacción de la administración Bush hacia América Latina, producto de un pensamiento desarrollado sobre la base de los ataques de septiembre de 2001 y una respuesta únicamente militar, debe terminar muy pronto.

México y Colombia ya han tomado posiciones para los nuevos puentes, nunca rotos en sus casos. Brasil y Chile, esperan tranquilos. Perú y Argentina se acercan prudentes. Al final, Venezuela les asegura a todos: no importa lo que pase, seguirán comprando petróleo.

Pero esa es la pregunta: ¿hasta cuando seguirán comprando petróleo?


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