Palestina nuevo estado


El viernes pasado la Asamblea General de la ONU en Nueva York, fue testigo de un debate importante e interesante.

El Presidente de Palestina, Mahmoud Abbas presentó ante la Asamblea General, la copia de la solicitud de ingreso a la Organización de Palestina como el miembro 194. Un discurso largo, más de lo pautado por la propia Asamblea, sirvió de introducción para el cambio de posición de la dirigencia palestina en relación con su propia cualidad de estado. Por décadas, los palestinos rechazaron el Plan Aprobado por la comunidad internacional representada en esa misma Asamblea General de Naciones Unidas en 1947, con el voto favorable de Venezuela.

Aunque el Consejo Nacional Palestino acordó la declaración del estado Palestino en 1988, fue el viernes pasado que internacionalmente el gobierno solicitó su ingreso como Estado a la ONU. ¿Por que tardaron más de 60 años en aceptar el plan original? En palabras del propio Abbas, reconocieron que no era posible obtener una justicia total, si no que aceptarían una justicia parcial. En otras palabras, que ya que no podrían tener todo el territorio de la llamada Palestina Británica, en referencia al mandato que Inglaterra recibió de la Liga de las Naciones para administrar esa parte del mundo, aceptarían la solución originalmente propuesta en 1947.

Asimismo, muchos asesores de los palestinos, alegaban la conveniencia de no declarar el estado para obligar a Israel a actuar como potencia ocupante de su territorio, para que cumpliera con las obligaciones derivadas del derecho internacional, incluyendo el suministro de víveres, funcionamiento de la infraestructura, entre otras muchas obligaciones.

Pero esa etapa parece haber terminado. Incluso, el propio Primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu, se refirió al nuevo estado Palestino con todas la palabras, sin desmerecer el nuevo estado y haciendo referencia al cumplimiento del mandato general de la ONU al final de la Segunda Guerra Mundial.

La solicitud debe cumplir el trámite ante el Consejo de Seguridad de la ONU para autorizar el ingreso final, pero aquí comienzan los problemas.

Los Estados Unidos de América amenaza con el uso del veto en ese Consejo, en una jugada que desde la perspectiva jurídica tiene poco asidero. Pero, para la Administración Obama es aún más cuesta arriba, porque no satisface ni a unos ni a otros; a unos porque no convence y otros porque los perjudica. Francia sigue desarrollando una hábil agenda internacional, tratando de evitar el veto. El resto mira expectante el final, a la espera de 9 votos a favor de Palestina y ningún veto.

Una situación interesante, donde nuestro país se auto-excluyó abandonando el legado de 60 años de participación en la búsqueda de una solución pacifica en esa región. La ruptura de relaciones diplomáticas con unas de las partes, el Estado de Israel, nos anula como un factor que colabore con la paz y ratifica los errores de nuestra agenda internacional.

Comentarios